Cuando una persona se da de alta como autónomo en la Seguridad Social una de las cuestiones que se suelen plantear es, ¿Qué me va a quedar de pensión con lo que estoy cotizando actualmente?. Teniendo en cuenta que una gran mayoría de autónomos cotiza por la base mínima obligatoria, que es de 884,40€/mes en 2015 según podemos comprobar a través de la Seguridad Social, pues resulta sencillo intuir por dónde va a ir tu futura pensión si mantienes estable tu cotización durante toda tu vida laboral y teniendo en cuenta las actuales reglas de cálculo de las pensiones públicas.

Como ya he expuesto en diversos artículos escritos para CNB la confianza que debemos de tener, autónomos y no autónomos, en el actual sistema público de pensiones es nula como bien expliqué aquí  ya que, básicamente, el sistema público de pensiones está configurado como una estafa piramidal a imagen y semejanza de Madoff. Claro está entonces que todos podemos colegir que el actual sistema público de pensiones en España está mal configurado y no es fiable ni sostenible pero llegados a ese punto la pregunta que podríamos hacernos todos los autónomos sería, ¿Qué opciones tenemos?

Recientemente publiqué un artículo en el que planteaba diversas posibilidades de cara a nuestra superveniencia financiera en la vejez; de modo que, tomando como base lo expuesto en dicho artículo -cuya lectura humildemente recomiendo-, expondré a continuación mi consejo de cara a la pensión de quienes cotizamos como autónomos, a saber:

  1. Cotizar siempre por el mínimo legal posible en cada caso (no todos los autónomos tienen la misma base mínima ya que, por ejemplo, un autónomo societario tiene su base mínima en la equivalente para Ingenieros, Diplomados y Licenciados en el Régimen General) a fin de minimizar las pérdidas por aportar a la estafa piramidal obligatoria en la que se ha convertido la Seguridad Social.

  2. Crearnos, con aportaciones cada año, una cartera de inversiones bursátiles a largo plazo (con vistas a largo plazo no hay mejor inversión que la renta variable, aunque a corto plazo puedas sufrir pérdidas importantes) debidamente diversificada (no poner todos los huevos en la misma cesta) que nos permita llegado el momento de nuestra jubilación contar con un patrimonio financiero importante del que poder “tirar” o con el que complementar nuestros ingresos (vía dividendos de las acciones de nuestra cartera, por ejemplo).

  3. Adquisición de activos fijos (viviendas, locales comerciales, etcétera) de los que obtener rentabilidad mediante su arrendamiento de forma que una vez amortizados (pagado el préstamo hipotecario) se puedan obtener unos ingresos netos mensuales que ayuden a nuestra pensión.

 

En relación con la cartera de inversión en renta variable la “dotación anual” no debe ser una cantidad fija sino que yo la estimaría entorno al 5% de los beneficios netos que obtengamos de nuestra actividad, si bien para empezar no deberíamos hacerlo con menos de 2.500€/3.000€. A partir de ahí, alguien que obtenga “limpios” 1.000€ tras descontar los gastos de su actividad económica como autónomo (entre los que no se incluyen la hipoteca de la casa, el gimnasio, la comida, la ropa o las «juergas» varias, por citar algunos ejemplos) todos los meses pues cada año estaría bien que dotase 600€ a su cartera de inversión en renta variable.

Ya para terminar este post me gustaría hacer un inciso sobre la adquisición de activos fijos que cité en párrafos anteriores y es el hecho de que a la hora de adquirir estos activos fijos deberíamos olvidarnos en cierto modo de nuestros gustos personales y fijarnos en el PER (Price Earnings Ratio) de esa vivienda o local comercial. La clave para que la adquisición de un inmueble aporte rentabilidad es evaluar su PER para evitar “columpiarnos”.

Espero que estos humildes consejos sobre cómo configurar, desde joven y especialmente destinado a quien es autónomo, tus finanzas en la jubilación os sean de interés y utilidad pero no olvidéis que son meros consejos personales y no un asesoramiento o planificación financiera; de modo que es recomendable antes de efectuar alguna compra acudir a expertos en cada materia que os puedan ayudar a comprar el inmueble más adecuado o a diseñar adecuadamente una cartera de inversión en renta variable diversificada.